SPECIAL K...ILOS

A los rellenitos, lo tengamos más o menos asumido, hay ciertas cosas que nos tocan los huevos. Y una de ellas es «el desafío Special K». ¿Lo conocéis? Yo os lo cuento. Por si alguien no lo sabe, los Special K son unos cereales de trigo, parecidos a los Corn Flakes de toda la vida pero sin un gallo en la caja para recordarte lo bien que estarías zampándote una ración de alitas de pollo. Pues bien, en el anuncio, que, como no podía ser de otra manera, protagoniza una tía que no es que esté buena, es que el día que fue a firmar el contrato con Kellogs, tuvieron que meter al mono de los ChocoCrispies en una jaula porque se ponía nervioso; y que nos alienta a que probemos el desafío Special K, diciéndonos con voz animosa lo siguiente: «Atrévete con nuestro desafío, haz la cena y el desayuno Special K, un poco de ejercicio y come equilibradamente». ¡El que escuche esto y no se ponga de mala leche es un bendito!

Es la frase más tramposa y llena de eufemismos de la historia. ¡Si Hitler les hubiera dicho a los judíos que la cámara de gas era una habitación donde se aspiraba helio para echarse unas risas, no habría manipulado tanto la información como esta chica! Porque de entrada la muy engreída nos suelta: «Atrévete con el desafío». ¿Qué desafío? Que yo sepa, comer cereales no es un desafío, salvo que lo hagas subido a una cuerda floja que cruza de un lado a otro el cañón del Colorado. Lo que esta señorita nos está diciendo es: «A ver gordito, ponte a dieta que ya va siendo hora?». Eso para empezar. Pero continuemos, porque acto seguido explica en qué consiste nuestra dieta, perdón, desafío: «Haz la cena y el desayuno Special K». Que por muy moderno que sea el nombre de los dichosos cereales, lo que te están proponiendo es que de tres comidas que haces al día, dos de ellas las dediques a comer trigo durante toda tu puñetera vida. Que podrás adelgazar mucho, pero la cara de amargado no te la quita nadie. ¡Parece mentira! ¿Es que a esta tía no le enseñaron de pequeña en el colegio el trabalenguas de los tres tristes tigres? ¿Qué comían los tigres? ¡Trigo! ¿Y cómo estaban? ¡Tristes! El trabalenguas no decía: «Tres tigres comían trigo en un trigal y estaban encantados de la vida?». No, decía que comían trigo y que estaban tristes. Y lo peor es que si aún dijeras: «Vale, hago el esfuerzo de comer solo una vez al día como Dios manda y a cambio me vuelvo un figurín». Pero no. Aparte de eso, la muy insensata te dice que tienes que hacer «un poco de ejercicio». No basta con que te tragues tractores enteros de espigas de trigo, aparte tienes que reventarte a abdominales. Pues para eso casi mejor que plantes tú mismo el trigo y lo siegues a mano, que como ejercicio sirve y ahorras la pasta del gimnasio y la de los cereales. Y para colmo, la última premisa del desafío es «come equilibradamente», que no es que digas: «He tomado los cereales y he ido dos horas al gimnasio, voy a zamparme un chuletón de buey y de guarnición le voy a poner Donuts». No. Te tomas una ensaladita o un pescado a la plancha y vas que chutas. Con lo cual, si repasamos el eslogan de los cereales, el ejercicio y la comida equilibrada, lo único que sobra ¡son los puñeteros cereales! Porque si comes sano todos los días y te matas a correr, adelgazas aunque untes los Corn Flakes con Nocilla en los momentos de debilidad. Eso seguro.

Extraido de La Voz de Galicia y obra del rey de la comedia Robert Bodegas. Poco mas queda por agregar .